Condiciones que afectan en la reproducción – 1. Edad. La edad óptima de reproducción es cuando el animal se ha desarrollado física y sexualmente. El celo en la perra es el que marca su capacidad reproductiva, sin embargo, conviene esperar al tercer celo (18-24 meses) para el cruce que es cuando se encuentra en pleno rendimiento. 2. Ciclo sexual de la perra. ¿Cuál es el momento adecuado para la reproducción? Lo marca el ciclo sexual de la perra. El sangrado indica el inicio del celo, y dos días después suele darse la ovulación. El celo se da 1 o 2 veces al año y suele durar unas 4 semanas, las 3 primeras de sangrado y la última de aceptación del macho.
- La hembra rechazará al macho hasta que lo óvulos no estén preparados para la fecundación.
- Durante el celo ella libera feromonas en su orina capaces de atraer a perros a kilómetros de distancia, pero ella será la que decida el momento de apareamiento.3.
- Experiencia.
- Una pareja de perros inexpertos puede necesitar más intentos ya que el macho puede tener dificultades para realizar la monta.
Si se produce un rechazo o no ocurre la monta es porque uno de los dos no está preparado, la hembra es primeriza o no se encuentra en el etapa del celo correcta. Las señales de predisposición al apareamiento de la perra son más difíciles de captar por un macho inexperto. 4. Lugar de encuentro. La monta conviene realizarla en un lugar neutral para ambos perros. Llevar al macho a la casa de la hembra puede hacer que ésta se sienta incómoda e intimidada por tener a un desconocido en su territorio, en estos casos, la presencia del dueño puede aumentar el rechazo.
Es mejor llevar a la hembra en celo a la casa de él para que éste no tenga miedo ni inseguridades.5. Ambiente tranquilo. La monta debe ser espontánea y para ello, hay que crear un ambiente tranquilo, dejarles que se huelan e interrelacionen, sin prisas, ruidos ni agobios. La monta y los “juegos previos” pueden durar horas.
Nunca hay que forzar la monta, si la monta no ocurre es mejor volver a intentarlo o esperar al próximo celo. En caso de que tras varios intentos resulte inviable, la monta se podría recurrir a la inseminación artificial. 6. Señales de la perra en celo. La perra en celo está lista para aparearse cuando bajan los niveles de hormonas. Cuando está receptiva, durante la ovulación, el sangrado sigue aunque no es muy abundante, y el tamaño de sus genitales crece. Mostrará su interés con una actitud activa : acercamiento, movimientos insinuantes, exhibición de genitales apartando la cola.
¿Cuándo puedo cruzar a mi perra bull terrier?
A la hora de cruzar dos perros, es importante saber que depende mucho de la raza en cuestión. Generalmente, las razas de tamaño pequeño suelen tener más temprana ovulación por lo que se tendrá que empezar a montar la hembra a los 9 días aproximadamente desde el inicio del sangrado.
- Pero en el caso concreto de los bull terrier, ya sean estándar o miniatura, se deberá empezar a los 12 días desde el inicio del celo.
- Vamos a empezar por el principio.
- Antes de querer cruzar a nuestra mascota, primero deberemos plantearnos varias cuestiones: si los futuros padres tienen una edad apta para ser papás, si son ejemplares morfológicamente buenos, si están bien de salud, si no tienen enfermedades congénitas que puedan transmitir a sus cachorros, etc.
Por ello, tendremos que ir a nuestro veterinario de confianza y tras explicarle nuestro motivo, se le realizarán las pruebas de salud pertinentes al padre y a la madre. El veterinario como especialista, informará de las pruebas de salud que deben hacerse y tras saber los resultados, explicará si son aptos o no para tal fin.
Después de tener todos los exámenes y análisis con buenos resultados, nos debemos plantear si vamos a tener tiempo y espacio para dedicarle a la mamá y a sus cachorros ya que la crianza del bull terrier precisa de gran ayuda del ser humano. La madre no podrá estar sola en los días previos al parto por si se adelantara el nacimiento de la camada y puede que halla que asistirla incluso.
Además, la bull terrier puede tener problemas durante el parto y requerir una cesárea de urgencia con los gastos que puede conllevar. La crianza de esta raza es muy compleja por lo que escribiremos más extensamente sobre este tema en otro artículo. Nos vamos a centrar en la monta y en cómo hacerla. Las montas normalmente se hacen en días alternos. Pongamos un ejemplo: si la hembra empieza su primer día de sangrado el día 1, se dejarían pasar 12 días y el día 13 se haría la primera inseminación. Las siguientes serían los días 15 y terminado el día 17.
- La cantidad de semen que puede eyacular un perro maduro en el caso de los bullterrier miniatura puede oscilar entre los 3 y los 15 ml.
- El mismo bull puede dar 5 ml un día y otro dar 10 ml.
- Dependerá de lo que le guste la hembra bullterrier, del momento de celo en el que llegue ésta, de si ha eyaculado en los días anteriores y de varios factores más.
Por este motivo es muy importante que los ejemplares a cruzar no estén juntos durante el tiempo que la bull esté en celo. En el transcurso de las montas puede que la hembra deje de sangrar automáticamente. Ese puede ser un síntoma de embarazo aunque hay hembras que no dejan de sangrar habiendo quedado preñadas por lo que no hay que alarmarse si éste hecho no sucede.
- En muchas ocasiones, las hembras pueden gruñir al macho bullterrier en los primeros minutos de encuentro porque muchos machos son brutos y corren ansiosos movidos por el olor vaginal que desprende la hembra.
- Hay que controlarlos y ayudarles porque es bastante difícil que la monta se produzca de manera natural aunque también se hacen.
Terminadas las 3 cruzas, dejaremos pasar unos días y empezaremos a vigilar a la perrita con visitas al veterinario. Allí le harán las pruebas pertinentes y al mes aproximadamente se podrá saber si hay o no embarazo. Se puede interpretar que está en estado si a las 3 semanas de la monta hay cambios en el carácter, inflamación de las mamas, hinchazón de la vulva, pérdida o aumento de apetito, apatía o cansancio no habitual en ella.
¿Cuánto dura el primer celo de una perra bull terrier?
CICLO REPRODUCTIVO DE LAS HEMBRAS – La estrategia reproductiva de los animales depende sobre todo de dos factores: el fotoperiodo y la disponibilidad de alimentos. Los efectos de la domesticación han hecho que nuestra perra, hoy en día pueda presentar hasta tres ciclos al año, que actualmente no dependen tanto de los factores citados antes, ya que nuestra perrita tiene los cuidados maternales y la alimentación asegurada por su propietario o criador.
En el lobo, especie de la que proviene el perro, la cría está limitada a una camada al año precisamente debido a la adaptación al clima y a las fuentes de alimentos. Los cachorros deben nacer en una estación de clima suave y en la que la alimentación esté asegurada, de otro modo sería un esfuerzo reproductivo inútil y no se conseguiría el fin buscado, la perpetuación de los genes.
La perra, desde el punto de vista reproductivo, se define como una especie con ciclo sexual monoéstrico de ovulación espontánea. El intervalo inter estro, definido como el tiempo desde el comienzo de un ciclo estral hasta el inicio del próximo, posee una duración variable de entre 5-11 meses.
- En este sentido, las perras presentan un intervalo inter estro mínimo 120 días que se corresponde con la fase luteal.
- Nuestras perras domésticas suelen presentar 2 ciclos estrales al año, variando entre 1 y 3 ciclos al año según la raza, la edad y el individuo, por lo que pasa gran parte del año en reposo sexual.
Así, las hembras de raza Rottweiler parecen estar predispuestas a manifestar intervalos inter estro cortos, mientras que las de raza Basenji y Galgos y otros cánidos silvestres normalmente tienden a mostrar intervalos inter estro largos (de 10 a 12 meses).
El ciclo estral de la perra, con una duración media de 18 días, está constituido por 4 fases (proestro, estro, diestro y anestro). Generalmente el inicio de la fase proestral se corresponde con el inicio del ciclo reproductivo. El proestro, fase de incremento de la actividad folicular ovárica que precede al estro, muestra una duración media de 6-11 días (rango de 2-3 hasta 25 días según Bell and Christie en 1971 ).
Durante esta fase, bajo estimulación estrogénica se producen una serie de cambios físicos evidentes tales como la aparición de una secreción vulvar serosanguinolenta procedente del útero, una tumefacción vulvar y atracción del macho como consecuencia de la liberación de feromonas a través de la secreción vaginal, rectal y urinaria ( Goodwin et al., 1979 ).
- En cambio, durante esta fase de proestro, la hembra mantiene una ausencia de receptividad sexual, reaccionando a la cortejo con manifestaciones vocales o reacciones agresivas o violentas.
- Durante el proestro los estrógenos producidos por el folículo ovárico, representan la hormona predominante, responsable de las modificaciones peculiares de esta fase.
El estro muestra una duración media de 5-10 días (rango de 2-20 días según Bell and Christie en 1971 ). Se estima como la fase de receptividad sexual positiva, de tal manera que se considera como inicio del estro el primer día en el que la hembra acepta el coito con el macho.
Las manifestaciones clínicas se caracterizan por la aceptación pasiva o activa del macho, desviando la cola y adoptando una postura de lordosis. Además, se registra una disminución del edema y de la secreción vulvar. Por otra parte, esta fase se caracteriza por una elevación de los niveles plasmáticos de progesterona, iniciada desde finales del proestro y mantenida durante todo el periodo estral,
El diestro, periodo de secreción de progesterona a partir de los cuerpos lúteos formados, se inicia en el momento en el que la hembra muestra un rechazo patente a la cópula. Tiene una duración variable en torno a 60-80 días ( Holst and Phemister, 1974 ).
- Se caracteriza por la disminución del tamaño y el tono de la vulva y la disminución del interés mostrado por el macho.
- Tras la ovulación, la formación del cuerpo lúteo induce la producción continua de progesterona, con o sin gestación, con un pico máximo a los 20-30 días del pico de LH y una posterior disminución gradual durante los siguientes 40-60 días.
En perras gestantes, la progesteronemia cae de forma llamativa para iniciar el parto, el cual no sucede hasta que la progesterona sea inferior a 2ng/ml. La prolactina está presente y es necesaria durante la fase luteal, incrementándose mucho más en respuesta a la caída de la progesterona al final del diestro y promoviendo el comienzo y mantenimiento de la lactación.
El anestro, periodo de descanso del ciclo reproductivo de la perra, muestra una duración mínima de 7 semanas y máxima 1 año ( Andersen and Wooten, 1959 ). Clínicamente es un periodo de inactividad que se caracteriza por la no atracción del macho y el rechazo a la cópula, junto a la presencia de una vulva pequeña y con ausencia de secreción.
Figura 1. Representación gráfica de los cambios físicos producidos durante el proestro y el estro. Figura 2. Ilustración de los cambios hormonales producidos durante el proestro y el estro. (*) Capítulo adaptado de Dorado et al., 2007; “PRESENTACIÓN AUDIOVISUAL INTERACTIVA APLICADA A LA DOCENCIA PRÁCTICA PARA EL SEGUIMIENTO DEL CICLO SEXUAL EN LA ESPECIE CANINA MEDIANTE EL ESTUDIO CITOHORMONAL VAGINAL”. Origen de la falsa preñez Tanto la perra que ha quedado preñada como la que no, pasan al final de su celo por la fase de diestro, en lugar de entrar en anestro (descanso) como otras especies.
Por lo tanto, las hormonas circulantes y su efecto debe ser el mismo, pero depende de la actuación sobre el sistema nervioso de dichas hormonas. Con lo cual una perra que no ha quedado preñada puede presentar los mismos síntomas que una que realmente lo está. Sintomatología Los síntomas concurrentes a esta incidencia hormonal sobre el cerebro aparecerán en el mismo momento que los de una perra gestante, es decir, que el ciclo será el mismo, con la única diferencia de que la pseudopreñez no terminará en parto.
Observaremos hinchazón en las mamas y el abdomen, cambios de comportamiento como una mayor agitación e incluso conducta de nidificación, adopción de objetos o muñecos como cachorros y, lo que es más llamativo en algunos casos, agresividad maternal. Esta agresividad es propia de las hembras que protegen a sus crías y es natural, por lo tanto no debemos considerarla una alteración del comportamiento en sí, sino dependiente de la fisiología de una perra gestante o en lactación.
Por supuesto estos cambios de conducta pueden resultarnos en algún caso molesto, ya que la perra es posible que no nos deje acercarnos a su cubil. Sin embargo, si no la molestamos pasarán transcurrido un tiempo. Los síntomas que sí deberían preocuparnos serían los orgánicos, como las mamitis. Normalmente una perra que ha sufrido una vez de pseudogestación la seguirá padeciendo después de cada celo.
Hay que observar que durante este periodo se produce una ralentización del aprendizaje, por lo que no debemos exigir a perras que estén en entrenamiento, adiestramiento o educación. Tratamiento Normalmente no se hace necesario utilizar tratamiento farmacológico para que desaparezca, aunque a veces, por el engorro que supone al propietario y las complicaciones para el animal (como por ejemplo: mamitis, alteraciones del comportamiento); se pueden usar inhibidores de la síntesis de prolactina, de los cuales, el más apropiado es la cabergolina.
Este es un proceso que suele pasar solo, incluso a veces desapercibido para el propietario; y como mucho se recomiendan diuréticos, para la inflamación de las glándulas mamarias, o restricción en el acceso a bebida y comida (incluso dieta total durante un día), así como dar largos paseos con la perra durante este periodo.
Está comprobado que la pseudogestación no predispone a la aparición de tumores mamarios, ni de piómetra y que la solución definitiva es la castración. LA PSEUDOGESTACIÓN. La pseudogestación es lo que coloquialmente y entre los neófitos se da por llamar “embarazo psicológico” Sin embargo no es nada psicológico, sino que es una condición o estado fisiológico y, por lo tanto, normal en la perra,
- Actualmente, y tras dieciséis mil años de domesticación, esta situación, patología, estado orgánico o como usted veterinario o propietario lo quiera llamar está tendiendo a aparecer cada vez menos, debido precisamente a que los perros ya no son salvajes.
- El vivir en hogares o criaderos les exige cada vez menos el tener que “buscarse la vida”, por ejemplo para tener que ayudar a otra hembras en la cría.
Sin embargo sí que nos valemos de esta aptitud de una hembra cuando tenemos cachorros que han quedado huérfanos o una camada demasiado numerosa o con una madre no apta en cuanto a comportamiento maternal. La pseudogestación se produce en hembras que no han quedado preñadas, pero en las que se produce una disminución de la actividad del cuerpo lúteo, con la consiguiente bajada de progesterona y aumento de la síntesis de prolactina.
- En la Naturaleza es un proceso normal, y a veces incluso se utiliza en las manadas para ayudar en la cría de los cachorros de la hembra alfa.
- Se produce, con mayor frecuencia, en perras de más de 2 años, que no han sido montadas ni preñadas y con un alto instinto de reproducción y/o maternal.
- En otros casos (los menos) aparece después de una monta fallida.
Realmente es una de las conductas anómalas de mejor pronóstico ya que prácticamente la podemos hacer desaparecer en muy pocas sesiones, no es necesaria casi nunca la ayuda farmacológica y además no precisa de una terapia especializada. Más comúnmente llamada falsa preñez, se produce en hembras que no han quedado preñadas, pero en las que hay una disminución de la actividad del cuerpo lúteo con la consiguiente bajada de progesterona y aumento de la síntesis de prolactina.
- La perra tendrá los mismos síntomas de una gestación real.
- Ocurre a las 6-8 semanas de haber pasado el celo, aunque puede variar entre 3 y 14 semanas.
- La agresividad maternal, tanto si hay cachorros reales como si no, se desencadena ante la visita o el acercamiento a la paridera de personas u otros animales.
Esto nos impediría el manejo adecuado de los cachorros y las manipulaciones neonatales necesarias para una correcta socialización. La agresión también puede ser debida a entornos estresantes sobre todo en perras primíparas que no tienen experiencia o en hembras miedosas.
Andersen AC, Wooten E, 1959: The estrous cycle of the dog. In Cole HH, Cupps PT: Reproduction in Domestic Animals. Ed. Academic Press, pp:359-97. Baba E, Hata H, Fukata T, Arakawa A, 1983: Vaginal and uterine microflora of adult dogs. Am J Vet Res 44, 606-9. Bell ET, Christie DW, 1971: Duration of proestrus, oestrus and vulval bleeding in the beagle bitch. Br Vet J 27, 25-27. Concannon PW, 1983: Reproductive physiology and endocrine patterns of the bitch. Curr Vet Ther Small Anim Pract 8, 886-90. Concannon PW, DiGregorio GB, 1986: Canine vaginal cytology. In Burke TJ (ed): Small Animal Reproduction and Infertility, A clinical Approach to Diagnosis and Treatment. Philadelphia, Lea and Febiger, pp: 96-111. Concannon PW, Hansel W, Visek WJ, 1975: The ovarian cycle of the bitch: plasma estrogen, LH and progesterone. Biol Reprod 13, 112-21. Concannon P, Hansel W, McEntee K, 1977a: Changes in LH, progesterone and sexual behaviour associated with preovulatory luteinization in the bitch. Biol Reprod 17, 604-13. Concannon PW, McCann JP, Temple M, 1989: Biology and endocrinology of ovulation. In Kirk RW (Ed.): Current Veterinary Therapy X. Philadelphia, WB Saunders, pp:1247-59. England G, Concannon PW: Determination of the optimal breeding time in the bitch: basic considerations. In Recent Advances in Small Animal Reproduction. PW Concannon, G England, J Verstegen, C Linde-Forsberg (ed). International veterinary Information Service (www.ivis.org), Ithaca. New York. Usa. Feldman EC, Nelson RW, 2004: Endocrinology and Reproduction Canine and Feline.3rd edition. Ed. Saunders. Goodman M, 2001: Ovulation timing concepts and controversies. In Veterinary Clinics of North America; Small Animal Practice, Clinical theriogenology 31, 2, March. Goodwin M, Gooding KM, Regnier F, 1979: Sex pheromone in the dog. Science 203, 559-61. Handley JC, 1975: Total unconjugated oestrogen and progesterone concentrations in peripheral blood during the oestrous cycle of the dog. J Rep Fert 44: 445-51. Holst PA, Phemister RD, 1974: Onset of diestrus in the beagle bitch: Definition and significance. Am J VET Res 35, 401-6. Jeffcoate, 1992a: Concentrations of luteinizing hormona and oestradiol in plasma and response to injection of gonadotrophin-relasing hormone analogue at selected stages of anoestrus in domestic bitches. J Reprod Fertil 94, 423-29.
Álvarez, R. (2006): Curso avanzado de Etología canina, (www.aepe.net) consultado día 08/06/2007 Beaver, B. (1977): Mating behaviour in the dog. Veterinary Clinics of North America, 7(4), p.723-728 Fox, M. (1964): Maternal agression in the dog. Veterinary Record, 76(27), p.754 Horwith, D., Mills, D., Heath, S. (2002): Manual of Canine and Feline Behavioural Medicine. BSAVA. Gloucester. Manteca, X. (1996): Etología clínica veterinaria del perro y del gato. Multimédica. Barcelona. Overall, K.L. (1997): Clinical behavioral medicine for small animals, Mosby. San Luis. Pozuelos, A. (2006): Curso avanzado de Etología canina, (www.aepe.net) consultado día 08/06/2007.
fuente: www.etologiaveterinaria.net
¿Qué pasa si se cruza una perra en su primer celo?
Qué pasa si cruzo a mi perra en su primer celo y queda preñada: – Si pones a tu perra con un macho en su primer celo, debes saber que la estás poniendo en un riesgo innecesario. Normalmente, las perras en su primer celo no están desarrolladas plenamente, ni físicamente ni mentalmente.
Esto quiere decir que la hembra podría tener problemas en su propio desarrollo, ya que sin terminar de crecer, su cuerpo está drenando recursos para formar nuevos seres (sus bebés). Podría tener complicaciones en el embarazo o en el parto, dado que su cuerpo aún no ha terminado de desarrollarse y sus huesos aún no están plenamente formados.
Tener los cachorros, pero no cuidarlos, ya que la perra aún es cachorra ella misma y no está preparada psicológicamente para hacerse cargo de otros cachorros. Es como si una niña de 12 años se queda embarazada. Se puede hacer fisiológicamente, pero es obvio que no es nada deseable que eso ocurra, porque ella aún es una niña.
¿Cuáles son los síntomas de una perrita en celo?
¿Cómo sabrás que está entrando en celo? – Durante este periodo podrías notar algunas señales características en tu cachorra y, en la mayoría de los casos, éstas comienzan a aparecer antes de que esté ovulando, es decir, antes del periodo fértil. Estas son las señales que podrías ver: • Un poco antes del celo, fase conocida como proestro, comienza a sangrar, pero a medida que entre en su fase fértil, cuando está receptiva al macho, el sangrado puede detenerse o volverse más acuoso.
• Orina más veces seguidas seguidas y ésta estará llena de feromonas que atraerán a los machos. • Cambia su temperamento normalmente un poco antes de los signos físicos y podrían incluir por ejemplo que se ponga más cariñosa, más floja, con menor actividad física y más horas de sueño y momentos de relajación o, por el contrario, más inquieta. • Podría presentar conductas diferentes a las habituales, como orinar ladeando una pierna como macho, montarse sobre otros perros, aunque hay que tener en cuenta que esto también lo pueden hacer por jugar. • Podría perder o aumentar su apetito. • Pondrá especial atención a perros machos y “coqueteará” con ellos, es decir empezará a juguetear con los machos y a olisquearlos más de lo normal. ♥ ¡Podría intentar escaparse para encontrar al perro de sus sueños! ♥ Hay que tener en cuenta que estos signos no son tan marcados en todos los casos, sobre todo si es el primer celo donde puede pasar algo inadvertido, por lo que debes vigilar a tu cachorra si crees que se está acercando a este momento.